🧠 Vim no es un editor, es una filosofía de trabajo • Camilo Sarmiento

Hace un tiempo inicié mi camino en Neovim. No fue fácil. Entender su estructura, plugins, modos y filosofía me costó bastante. Pero también me trajo algo inesperado: una transformación profunda en cómo interactúo con mi computadora. Neovim me implantó una semilla: querer depender menos del mouse y más del teclado.

Esa semilla creció. En mi búsqueda por mantener ese flujo sin interrupciones, descubrí una extensión para navegador llamada Vimium. Con ella, pude navegar la web usando comandos al estilo Vim: moverse por enlaces, cambiar pestañas, buscar… todo desde el teclado. Fue ahí donde tuve un momento de claridad:

Vim no es solo un editor. Es una forma de pensar. Un marco de trabajo.

🌱 ¿Vim es un editor?

A menudo decimos que Vim (o Neovim) es un editor de texto en terminal. Pero al usarlo más, entendí Vim es un protocolo de interacción. No importa la plataforma ni la interfaz. Vim no es el terminal. No es la ventana. Es la forma en la que nos comunicamos con el sistema a través de atajos, modos y flujos de trabajo.

Su evolución desde ex en 1978 hasta Neovim, pasando por vi y vim, señala algo fundamental: mientras otros editores han evolucionado sobre una única base, Vim ha renacido varias veces, porque su núcleo no es el código, es el modelo mental.

🛠️ ¿Cómo se puede usar Vim?

Aquí es donde todo se vuelve más interesante. Vim puede estar presente de múltiples formas:

Nativamente: En terminal o entornos gráficos (gvim, MacVim).
Emulado: En editores como VSCode, IntelliJ, Emacs o Visual Studio, gracias a plugins como VSCodeVim, IdeaVim o Evil.
Desde la API de Neovim: Editores como Oni o incluso Sublime Text pueden usar Neovim como motor de edición.
Con atajos de teclado: Extensiones como Vimium en Firefox o Chrome permiten usar movimientos y navegación sin modos completos, pero con la esencia de Vim.

🤯 ¿Y si Vim no es un programa?

Lo fascinante es que la experiencia de Vim puede existir sin usar Vim. Puedes usar sus movimientos, su lógica modal, su navegación y filosofía incluso en programas que no fueron hechos para ello. Desde navegadores hasta gestores de archivos, el enfoque de Vim se adapta.

Vim es un protocolo de edición. Un lenguaje entre el usuario y el software.

🧭 ¿Qué significa esto para mí?

Significa que usar Vim me llevó a reestructurar cómo interactúo con mi entorno digital. No solo programo más rápido. Pienso distinto. Busco herramientas que respeten ese flujo de trabajo: sin ratón, sin distracciones, con comandos precisos.

Y lo más potente: Vim puede morir, pero su filosofía no. Porque no está atada a un ejecutable, sino a una forma de pensar. Y eso, como toda buena idea, se reinventa una y otra vez.

Vim no es solo un editor. Es un manifiesto de eficiencia.
Una filosofía que sobrevive fuera del terminal, del código y del tiempo.

Referencias

Vim no es un editor, sino un marco de trabajo - Andros Fenollosa